Adrien - Jueves 25 Septiembre 2025

⚡ Descubrimiento de un yacimiento gigante de un metal superconductor, procedente de un antiguo supercontinente

Un descubrimiento geológico mayor en Australia podría cambiar las reglas del juego para el suministro mundial de niobio, un metal raro y estratégico indispensable para muchas tecnologías modernas. Este recurso, uno de los más importantes jamás identificados, parece haber nacido hace más de 800 millones de años, durante un evento tectónico importante que dio forma a nuestro planeta.

Los investigadores analizaron muestras de rocas carbonatitas, extraídas mediante perforación en la provincia de Aileron, en Australia. Estas rocas, ricas en minerales portadores de niobio, fueron datadas con precisión gracias al estudio de cristales de circón, cuyas firmas isotópicas sirvieron como verdaderos archivos geológicos. Los resultados indican una formación contemporánea a la fragmentación del supercontinente Rodinia, un período de profundas convulsiones de la corteza terrestre.


Cristales de circón analizados en el estudio, midiendo entre 0,1 y 1 mm. Sus composiciones isotópicas permitieron datar con precisión la formación de las carbonatitas.
Crédito: Droellner et al., Geological Magazine, 2025, CC BY


El niobio es un metal con propiedades excepcionales: resistente a la corrosión y utilizado como superconductor a muy baja temperatura (capaz de conducir la electricidad sin pérdida de energía), es indispensable para los imanes de los escáneres médicos de resonancia magnética o los aceleradores de partículas. Actualmente, el 90 % de la producción mundial proviene de una sola mina en Brasil, lo que hace que esta nueva fuente australiana sea particularmente prometedora para diversificar los suministros.

Las carbonatitas, rocas magmáticas ricas en carbonatos, actúan como verdaderos cofres del tesoro geológicos, concentrando metales raros y tierras raras. Su formación a partir del manto terrestre, revelada por análisis isotópicos, sugiere un ascenso de magma profundo facilitado por el adelgazamiento de la corteza durante la dislocación de Rodinia. Esta comprensión abre el camino a nuevas exploraciones dirigidas.

Los depósitos de Luni y Crean, estimados respectivamente en 200 millones y 3,5 millones de toneladas de niobio, aún requieren estudios para cartografiar su extensión tridimensional. Sin embargo, esta investigación, publicada en Geological Magazine, ya proporciona pistas valiosas para identificar otros yacimientos similares en todo el mundo, reforzando así la seguridad de suministro para las industrias de alta tecnología.

Las carbonatitas: rocas magmáticas con tesoros metálicos


Las carbonatitas son rocas ígneas raras, compuestas principalmente de minerales carbonatados como la calcita o la dolomita, que se forman a partir de magmas ricos en dióxido de carbono. A diferencia de las rocas volcánicas comunes, a menudo provienen de grandes profundidades en el manto terrestre, donde procesos geoquímicos complejos concentran elementos metálicos preciosos.

Su formación generalmente está asociada a puntos tectónicos específicos, como los rift continentales o los puntos calientes del manto. Cuando la corteza terrestre se adelgaza, como durante la fragmentación de un supercontinente, el magma carbonatítico puede ascender más fácilmente, cristalizando en profundidad o en superficie para formar intrusiones rocosas.

Estas rocas son económicamente vitales porque albergan no solo niobio, sino también tierras raras, fósforo y otros metales críticos. Su exploración se basa en técnicas avanzadas como la perforación con diamante, permitiendo extraer testigos para análisis mineralógicos y geoquímicos.

Comprender su génesis ayuda a los geólogos a predecir dónde buscar nuevos yacimientos, reduciendo así los costos y los impactos ambientales de la explotación minera.

Fuente: Geological Magazine
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