Con el telescopio espacial James Webb (JWST), un equipo de investigadores ha descubierto una población inesperada de agujeros negros en el universo primitivo, mucho más pequeños que los conocidos hasta ahora.
Estos agujeros negros, con una masa equivalente a un millón de veces la del Sol, fueron identificados mediante un análisis minucioso de los datos del JWST. El estudio, publicado en
arXiv, se centró en 600 galaxias distantes, descartando aquellas que albergan núcleos galácticos activos (AGN) ya conocidos por su luminosidad. El objetivo era detectar AGN más discretos, a menudo pasados por alto en las investigaciones tradicionales.
El método empleado consistió en superponer varias imágenes capturadas a diferentes longitudes de onda, aumentando así la visibilidad de los AGN débiles. Los investigadores buscaron luego una firma luminosa específica, la emisión ancha Hα, indicativa de la actividad de un agujero negro. Este enfoque permitió revelar AGN en galaxias donde su presencia era hasta entonces insospechada.
Estos descubrimientos cuestionan algunas teorías sobre la formación de las galaxias. Contrariamente a la idea de un agujero negro gigante precediendo a la galaxia, estas observaciones sugieren que algunas galaxias podrían formarse antes de que su agujero negro central alcance un tamaño significativo. Esta perspectiva abre nuevas vías para comprender la evolución cósmica.
El JWST, con sus capacidades únicas, sigue ampliando los límites de nuestro conocimiento. Los futuros datos prometen arrojar más luz sobre estos agujeros negros de baja masa, ahora confirmados por primera vez. Estos resultados ilustran la importancia de las observaciones en el infrarrojo para desentrañar los misterios del universo joven.
¿Qué es un núcleo galáctico activo (AGN)?
Un núcleo galáctico activo, o AGN, es una región compacta en el centro de una galaxia, extremadamente luminosa debido a la acreción de materia por un agujero negro supermasivo.
Los AGN se encuentran entre los objetos más energéticos del universo. Su luminosidad puede superar la de todas las estrellas de su galaxia anfitriona combinadas. Juegan un papel crucial en la evolución de las galaxias, influyendo en la formación estelar y la distribución de la materia.
Existen varios tipos de AGN, clasificados según su luminosidad y su espectro de emisión. Algunos, como los cuásares, son visibles a distancias cosmológicas, ofreciendo una visión del universo joven. Otros, más discretos, requieren instrumentos sensibles como el JWST para ser detectados.
La comprensión de los AGN es esencial para descifrar los mecanismos de crecimiento de los agujeros negros y su interacción con su entorno galáctico. Los recientes descubrimientos del JWST enriquecen este conocimiento, revelando una diversidad inesperada de estos objetos cósmicos.
¿Cómo está revolucionando el JWST la astronomía infrarroja?
El telescopio espacial James Webb (JWST) está equipado con instrumentos sensibles al infrarrojo, permitiéndole observar objetos demasiado fríos o distantes para los telescopios ópticos. Esta capacidad es crucial para estudiar el universo primitivo, donde la luz de las primeras galaxias ha sido desplazada hacia el rojo por la expansión del universo.
A diferencia de Hubble, que opera principalmente en el visible y el ultravioleta, el JWST puede penetrar las nubes de polvo que oscurecen las regiones de formación estelar. Así revela detalles inaccesibles anteriormente, como estrellas jóvenes y discos protoplanetarios.
El JWST utiliza también una técnica llamada espectroscopia para analizar la composición química de los objetos celestes. Esto permite a los científicos determinar la distancia, temperatura y composición de galaxias lejanas, proporcionando pistas sobre su formación y evolución.
Gracias a estos avances, el JWST inaugura una nueva era en astronomía, permitiendo descubrimientos que remodelan nuestra comprensión del universo. Sus observaciones seguirán inspirando investigaciones innovadoras en los años venideros.
Fuente: arXiv