Un reciente descubrimiento de fósiles vegetales en New Brunswick, Canadá, revela apariencias inéditas de árboles antiguos que presentan características hasta ahora nunca observadas. Estos fósiles, mostrando una estructura de corona tridimensional inesperada, ofrecen una vista única de la morfología de los árboles que datan de 350 millones de años y son designados científicamente bajo el nombre de
Sanfordiacaulis densifolia.
Reconstrucción de Sanfordia caulis densifolia
(A) Reconstrucción a escala de S. densifolia compuesta por un tronco monopodial rodeado de hojas compuestas en una filotaxia estimada de 1/13; base del tronco desconocida.
(B) Ventana mostrando el comienzo en varios niveles de los laterales en barro para fines de comparación. MNB 22403/1. Moneda para escala.
(C) Modificaciones de las geometrías transversales proximales a distales del pecíolo/raquis. Los números corresponden a la posición de las hojas en (A).
Según Robert Gastaldo del Colby College en Waterville (Maine) "la manera en que este árbol producía enormes hojas alrededor de su tronco esbelto, en gran cantidad en una corta longitud de tronco, es asombrosa". Este descubrimiento reviste una importancia particular, ya que la mayoría de los árboles generalmente se preservan únicamente bajo la forma de troncos, sin indicación de su corona o de su forma global.
De acuerdo con el comunicado de prensa, la preservación excepcional de estos fósiles se debe a su enterramiento en un antiguo lago de falla provocado por un terremoto. El espécimen de
Sanfordiacaulis presenta una apariencia similar a la de las helechos o las palmeras, un descubrimiento sorprendente dado que las palmeras solo aparecen mucho más tarde en los registros conocidos. Sin embargo, a diferencia de los helechos y las palmeras que tienen pocas hojas en lo alto, el árbol fosilizado presenta más de 250 hojas a lo largo de su tronco, el cual mide 2,25 metros.
"A diferencia,
Sanfordiacaulis conserva más de 250 hojas alrededor de su tronco, cada hoja parcialmente preservada se extiende por 1,75 metros", explica Gastaldo. "Estimamos que cada hoja creció al menos un metro antes de terminar. Esto significa que el 'cepillo' tenía una densa corona de hojas que se extendía por al menos 5,5 metros alrededor de un tronco no leñoso y con un diámetro de solo 16 centímetros. Sorprendente, por decir lo menos."
Los investigadores plantean que
Sanfordiacaulis representa la primera evidencia documentada de árboles más pequeños prosperando bajo una canopea forestal más alta. Además, ofrece una prueba notable de la diversidad de la vida vegetal al principio de la época del Carbonífero. Robert Gastaldo concluye en el comunicado de prensa: "El fósil sobre el cual informamos es único y una forma de crecimiento extraña en la historia de la vida. Es uno de los experimentos de la evolución en una época en la que las plantas forestales estaban experimentando una biodiversificación, y es una forma que parece ser de corta duración."
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Current Biology