Cédric - Jueves 20 Noviembre 2025

🌍 Descubrimiento: los planetas pueden producir su propia agua durante su formación

El enigma de los océanos extraterrestres quizás encuentre su solución en el corazón mismo de los planetas en formación. Un equipo de investigación internacional acaba de demostrar experimentalmente cómo el agua podría emerger espontáneamente durante el nacimiento de los mundos que orbitan alrededor de estrellas jóvenes. Este descubrimiento abre perspectivas inéditas sobre la aparición de condiciones propicias para la vida en nuestra galaxia.

Este avance científico podría cerrar el viejo debate concerniente al origen del agua terrestre. Mientras que la hipótesis dominante atribuía su aparición a los impactos de cometas o asteroides, los recientes trabajos publicados en Nature revelan un importante mecanismo de producción interna. Las condiciones extremas que reinan durante la acreción planetaria parecen favorecer reacciones químicas que generan grandes cantidades de agua.



El laboratorio de los mundos nacientes



La reconstitución de las condiciones planetarias primordiales ha requerido equipos especializados capaces de reproducir entornos de otro modo inaccesibles. Los investigadores emplearon una celda de yunques de diamante que permite comprimir de manera extrema muestras de roca fundida entre las puntas de dos diamantes. Este instrumento sometió la materia a presiones que superan 600 000 veces la de la atmósfera terrestre.

Las temperaturas alcanzadas durante los experimentos superaron los 4 000°C, simulando con precisión las profundidades de un planeta en fusión. Estos parámetros corresponden a los encontrados durante la fase de acreción, donde los mundos jóvenes están envueltos por espesas atmósferas ricas en hidrógeno. Esta configuración particular juega un papel determinante en el proceso observado.

El hidrógeno presente en la atmósfera primitiva actúa como una manta térmica que mantiene los océanos magmáticos en estado líquido durante millones de años. Durante este período prolongado, el gas se disuelve abundantemente en el silicato fundido, desencadenando reacciones químicas con los óxidos ferrosos. El equipo constató que esta interacción produce al final cantidades sustanciales de agua líquida.

Una abundancia acuática cósmica


Este descubrimiento transforma nuestra comprensión de la distribución del agua en la Vía Láctea. Los planetas de tipo sub-Neptuno, que representan la categoría de exoplanetas más extendida, constituyen candidatos ideales para este mecanismo. Su estructura interna, compuesta por un núcleo rocoso rodeado por una espesa envoltura de hidrógeno, crea las condiciones perfectas para la génesis acuática.

La producción de agua aparece ahora como una consecuencia natural de la formación planetaria más que como un fenómeno excepcional. Esta perspectiva amplía considerablemente el número de mundos potencialmente habitables en nuestra galaxia. Las reacciones observadas en laboratorio indican que el agua podría ser un subproducto sistemático de la evolución de los planetas rocosos dotados de atmósferas primordiales.

El estudio publicado en Nature muestra que la química entre el manto planetario y la atmósfera influye duraderamente en la composición de los exoplanetas. Esta interacción determina no solo la presencia de agua, sino también la estructura interna y la evolución atmosférica de los planetas. El conocimiento de estos procesos fundamentales debería cambiar nuestro enfoque en la búsqueda de firmas biológicas más allá de nuestro Sistema Solar.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature
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