Los peces payaso, popularizados por la película de animación Nemo, no sólo son personajes encantadores, sino que también tienen habilidades sorprendentes. Investigadores japoneses han descubierto que estos peces son capaces de contar las rayas verticales en los intrusos que entran en su anémona. Este hallazgo, publicado en el
Journal of Experimental Biology, cuestiona nuestra comprensión de la inteligencia animal.
Existen diferentes teorías sobre la función de las rayas verticales de los peces payaso. Podrían ayudar a ocultar su silueta de los depredadores, señalar su toxicidad potencial, o facilitar el reconocimiento entre miembros del mismo grupo. Para saber más, investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa estudiaron la especie de la famosa película Nemo.
El estudio reveló que los peces payaso reaccionan de manera diferente según el número de rayas verticales de sus congéneres. En el laboratorio, se testaron 120 individuos con modelos de falsos peces payaso que presentaban diversas configuraciones de rayas. Los resultados mostraron que los peces payaso eran más agresivos hacia los señuelos que tenían el mismo número de rayas que ellos mismos.
Esta agresividad parece estar relacionada con el reconocimiento de la competencia dentro de la colonia. De hecho, los peces payaso viven en colonias jerarquizadas y tienen la particularidad de tener más rayas dependiendo del estatus jerárquico que ocupan. En general, estos peces son tolerantes e incluso hospitalarios con otras especies. Sin embargo, se vuelven agresivos hacia los miembros de su especie que podrían amenazar su estatus. Así, un pez con tres rayas, ubicado en un alto lugar jerárquico, no apreciará la llegada de uno de sus congéneres con el mismo número de rayas, potencialmente capaz de competir con él. Por lo tanto, esta capacidad de contar las rayas les permite mantener su rango social.
Este estudio revela, por lo tanto, un aspecto desconocido del comportamiento de los peces payaso, destacando la importancia de proteger su hábitat natural. Al entender mejor a estas criaturas marinas, podríamos contribuir a preservar el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Journal of Experimental Biology