Los medicamentos recetados para el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) no se limitarían a aliviar los síntomas inmediatos. Datos recientes revelan que también tienen un efecto sobre las conductas de riesgo.
Este descubrimiento se basa en un amplio estudio internacional realizado en Suecia y Reino Unido. Los investigadores analizaron los efectos de los tratamientos farmacológicos en miles de pacientes. Este estudio reveló una disminución de las conductas suicidas, las adicciones, los accidentes de tráfico e incluso los delitos.
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Un trastorno extendido con graves consecuencias
El TDAH afecta aproximadamente al 5% de los niños y a casi el 2,5% de los adultos en el mundo. Las personas afectadas suelen presentar dificultades de atención, una marcada impulsividad y una hiperactividad persistente.
Estas características aumentan el riesgo de comportamientos peligrosos o situaciones dramáticas, como los intentos de suicidio, el consumo de sustancias adictivas o los accidentes. De hecho, provocan una sobrerrepresentación en el sistema judicial.
Los tratamientos farmacológicos, principalmente psicoestimulantes como el metilfenidato, ya se utilizan ampliamente para reducir los síntomas. El estudio muestra que estos pueden tener efectos que van más allá del control estricto de los trastornos.
Una metodología innovadora para medir el impacto
Los investigadores utilizaron los registros nacionales suecos entre 2017 y 2018, incluyendo a cerca de 150.000 pacientes recientemente diagnosticados. Así se pudo realizar un seguimiento de cada individuo durante 2 años después del inicio o la ausencia de tratamiento.
Gracias a un enfoque llamado "emulación de ensayo objetivo", los datos procedentes de historiales médicos y judiciales se analizaron como si provinieran de un verdadero ensayo clínico. Este método permite comparar los grupos de manera más fiable y reducir los errores relacionados con las diferencias entre pacientes.
Los resultados indican que la toma de tratamiento redujo notablemente varios riesgos: -25% de riesgo de tener problemas con drogas o alcohol, -17% de riesgo de tener conductas suicidas, -12% de riesgo de causar un accidente de tráfico y -13% de cometer un delito.
Beneficios diferenciados según los tratamientos
Los medicamentos estimulantes resultan más eficaces que los no estimulantes, especialmente en el consumo de drogas y las conductas criminales. El metilfenidato sigue siendo el tratamiento más recetado, representando más del 80% de las prescripciones.
Los investigadores destacan que los efectos positivos se explicarían por una mejor regulación de la impulsividad y una mayor atención. Esto reduciría las conductas agresivas, las distracciones peligrosas al volante o las recaídas adictivas.
Estos datos confirman las recomendaciones clínicas actuales, que priorizan los estimulantes como primera línea, pero también recuerdan que el seguimiento médico sigue siendo indispensable para adaptar el tratamiento.
Un alcance que va más allá de la salud individual
Para los pacientes, los beneficios van mucho más allá de la mejora de los síntomas diarios. Los tratamientos pueden favorecer una mejor inserción social, escolar y profesional.
A escala colectiva, los resultados brindan a los poderes públicos argumentos para reforzar el acceso a la atención. Menos suicidios, adicciones e infracciones también representan un impacto positivo para la sociedad.
Los autores consideran que la falta de acceso a los tratamientos constituye un importante desafío ético. En Inglaterra, por ejemplo, un "grupo de trabajo nacional" del NHS trabaja actualmente para reducir estas desigualdades.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: The BMJ