Investigadores de la Universidad de Nagoya en Japón han logrado un avance significativo en la comprensión del envejecimiento prematuro. Publicado en
Nature Cell Biology, su estudio revela el papel de los aldehídos, productos metabólicos derivados de sustancias como el alcohol, la contaminación y el humo, en la aceleración del envejecimiento.
Los investigadores han vinculado los aldehídos, subproductos del alcohol, la contaminación y el humo, al envejecimiento prematuro y los daños al ADN, proponiendo estrategias potenciales para mitigar los efectos del envejecimiento y subrayando el impacto de los factores ambientales en la salud.
Crédito: Reiko Matsushita
Los aldehídos no solo son nocivos para la salud; también contribuyen al envejecimiento. Esto es lo que descubrieron Yasuyoshi Oka, Yuka Nakazawa, Mayuko Shimada y Tomoo Ogi. Su investigación muestra que estas sustancias están involucradas en lesiones al ADN que caracterizan los fenómenos de envejecimiento prematuro.
Las personas afectadas por trastornos de envejecimiento prematuro, como el síndrome AMeD, presentan una actividad insuficiente de las enzimas, incluida la ALDH2, que degradan los aldehídos. Estas enzimas son esenciales para transformar los aldehídos en sustancias no tóxicas, especialmente durante el consumo de alcohol, cuyo metabolismo produce aldehídos que el hígado debe eliminar.
Los aldehídos reaccionan vivamente con el ADN y las proteínas, formando enlaces cruzados entre el ADN y las proteínas (DPC) que bloquean las enzimas esenciales para la proliferación y el mantenimiento de las células, llevando a disfunciones celulares y a un envejecimiento acelerado.
Para profundizar estas observaciones, el equipo utilizó un método llamado DPC-seq para estudiar la relación entre la acumulación de aldehídos y los daños al ADN en pacientes con enfermedades de envejecimiento prematuro. Su investigación sugiere que el complejo TCR, VCP/p97 y el proteasoma juegan un papel clave en la eliminación de los DPC inducidos por el formaldehído, especialmente en las regiones activamente transcritas del ADN.
Las implicaciones de estos descubrimientos son vastas, no solo para las enfermedades genéticas, sino también para el envejecimiento en una población sana. Identificar los aldehídos como factores contribuyentes al envejecimiento abre nuevas vías para la investigación sobre los mecanismos subyacentes a las enfermedades de envejecimiento prematuro y para el desarrollo de tratamientos potenciales.
Fuente: Nature Cell Biology