Cédric - Martes 18 Marzo 2025

Descubrimiento de un cráter inmenso de 3.500 millones de años, ¿el origen de la vida? 🌍

En Australia, un equipo de investigadores ha identificado el cráter de impacto de meteorito más antiguo jamás descubierto. Este sitio, ubicado en la región de Pilbara, data de hace 3.500 millones de años, ampliando los límites de nuestra comprensión de los primeros tiempos de la Tierra.

Este descubrimiento, publicado en Nature Communications, se basa en pruebas geológicas irrefutables. No solo arroja luz sobre la historia de los impactos de meteoritos, sino también sobre su papel potencial en la evolución de la corteza terrestre y el surgimiento de la vida.



Un impacto colosal


Los investigadores han identificado "conos de choque", formaciones rocosas únicas resultantes de la presión extrema generada por un impacto, con forma de volantes de bádminton. Estas estructuras, ubicadas cerca de Marble Bar, indican que un meteorito golpeó la Tierra a más de 36.000 km/h, creando un cráter de más de 100 km de diámetro. La violencia de la colisión proyectó escombros por todo el planeta, alterando duraderamente el entorno terrestre.


La energía liberada por este evento tuvo consecuencias geológicas importantes. Según los científicos, el impacto podría haber influido en la formación de los primeros continentes al perturbar la corteza terrestre. Esta colisión también habría favorecido el ascenso de magma desde el manto, contribuyendo a la creación de zonas estables llamadas cratones.

Estos cratones, que hoy forman los núcleos de los continentes, son testimonio de la importancia de los impactos de meteoritos en la evolución temprana de la Tierra. Este descubrimiento también destaca que tales eventos, aunque destructivos, podrían haber desempeñado un papel clave en la estructuración de nuestro planeta.

¿Un vínculo con el origen de la vida?


Los cráteres de impacto podrían haber desempeñado un papel crucial en la aparición de la vida. Los entornos creados por estas colisiones, como cuencas de agua caliente ricas en minerales, habrían sido propicios para el desarrollo de microorganismos. Estas condiciones podrían haber favorecido las primeras formas de vida microbiana hace más de 3.500 millones de años.

Los investigadores sugieren que la energía liberada por el impacto generó zonas hidrotermales, similares a aquellas donde la vida prospera hoy en día. Estos entornos, combinados con el calor y los nutrientes, habrían ofrecido un marco ideal para el surgimiento de la vida. Esta hipótesis abre nuevas perspectivas sobre los orígenes de la biología terrestre.

Este descubrimiento refuerza la idea de que los impactos de meteoritos no son únicamente eventos destructivos. Podrían haber sido catalizadores esenciales en la formación de ecosistemas primitivos. Al estudiar otros cráteres antiguos, los científicos esperan comprender mejor cómo la vida pudo surgir y desarrollarse en la Tierra.

Para profundizar: ¿Qué es un cono de choque?


Los conos de choque son estructuras rocosas en forma de cono, formadas bajo el efecto de una presión extrema. Se crean únicamente durante impactos de meteoritos o explosiones nucleares, lo que los convierte en marcadores geológicos fiables. Su presencia se considera una prueba irrefutable de un evento de impacto mayor.


Estas formaciones se caracterizan por estrías o líneas radiadas que parten desde la cima del cono. Resultan de la propagación de ondas de choque a través de la roca, deformando su estructura interna. Los conos de choque suelen estar bien preservados en entornos geológicos estables, como los de la región de Pilbara en Australia.

El estudio de los conos de choque permite a los científicos reconstruir las condiciones de un impacto, como la dirección y la intensidad de la colisión. Esta información es esencial para comprender la historia de los impactos de meteoritos en la Tierra y su influencia en la evolución del planeta.

¿Qué es un cratón?


Los cratones son masas continentales antiguas y estables, formadas hace varios miles de millones de años. Constituyen los núcleos de los continentes actuales y se caracterizan por su resistencia a la deformación tectónica. Estas estructuras geológicas preservan información valiosa sobre la historia primitiva de la Tierra.

Estas regiones suelen estar compuestas por rocas muy antiguas, a menudo de más de 2.500 millones de años. Los cratones suelen estar cubiertos por capas sedimentarias más recientes, pero su base permanece inalterada. Su estabilidad los convierte en archivos geológicos únicos para estudiar los primeros tiempos del planeta.

Los cratones desempeñan un papel clave en la comprensión de la formación de los continentes. Podrían haberse formado en respuesta a impactos de meteoritos mayores, que habrían desencadenado procesos geológicos como la subducción o el ascenso de magma. Su estudio permite comprender mejor la evolución de la corteza terrestre y las condiciones que permitieron el surgimiento de la vida.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature Communications
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