Las investigaciones recientes llevadas a cabo por un equipo internacional de científicos han revelado que una proteína, la interleucina-11 (IL-11), desempeña un papel crucial en el envejecimiento. Al inhibir esta proteína en ratones, lograron prolongar su duración de vida mientras mejoraban su salud general. Este hallazgo podría abrir el camino a nuevas terapias para tratar las enfermedades relacionadas con la edad en los humanos.
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Los investigadores, del Medical Research Council Laboratory of Medical Science, del Imperial College de Londres y de la Duke-NUS Medical School de Singapur, llevaron a cabo dos experimentos para evaluar el impacto de la IL-11 en el envejecimiento. En el primero, modificaron genéticamente a ratones para suprimir el gen responsable de la producción de esta proteína. En el segundo, inyectaron un anticuerpo anti-IL-11 a ratones de 75 semanas de edad, una edad equivalente a 55 años en humanos. Los resultados de estos estudios, publicados en
Nature, muestran un aumento significativo en la duración de vida de los ratones tratados, alcanzando un promedio de 155 semanas, en comparación con 120 semanas para los ratones no tratados.
La inhibición de la IL-11 permitió reducir los signos clásicos de envejecimiento en los ratones, como la acumulación de grasa blanca, la pérdida muscular y el desarrollo de enfermedades crónicas como el cáncer y la fibrosis. El metabolismo de los ratones también mejoró, con una producción incrementada de grasa marrón, conocida por quemar calorías y mantener una temperatura corporal estable. Según el profesor Stuart Cook, quien dirigió el estudio, los ratones tratados tenían mejor salud y mostraban menos signos de fragilidad que los ratones no tratados.
La proteína IL-11, anteriormente mal comprendida, había sido considerada durante mucho tiempo como antiinflamatoria. Sin embargo, en 2018, el profesor Cook y su equipo demostraron que en realidad es profibrótica y proinflamatoria, contribuyendo así al desarrollo de diversas enfermedades relacionadas con la edad. Este nuevo estudio refuerza la idea de que la IL-11 podría ser un actor clave en el proceso de envejecimiento, y que su inhibición podría ofrecer una vía prometedora para retrasar las enfermedades relacionadas con la edad.
Aunque los resultados son por ahora limitados a los ratones, los investigadores son optimistas respecto a la aplicación de estos descubrimientos en humanos. Se están llevando a cabo ensayos clínicos para probar tratamientos anti-IL-11 en el contexto de enfermedades específicas, como la fibrosis pulmonar, con resultados preliminares alentadores. Esta investigación podría así marcar un punto de inflexión en la lucha contra el envejecimiento y las enfermedades asociadas.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Nature