En el este de China, se han descubierto fósiles de dinosaurios llamados Anchiornis con sus plumas intactas. Estos especímenes, de 160 millones de años de antigüedad, ofrecen una oportunidad única para estudiar la anatomía de las alas de esa época.
Los investigadores se han centrado especialmente en un detalle a menudo pasado por alto: la muda de las plumas. En las aves actuales, la forma en que se reemplazan las plumas puede indicar si el animal depende del vuelo (explicación al final del artículo). Un proceso ordenado mantiene la simetría de las alas, mientras que una muda irregular es típica de las especies incapaces de volar. Al examinar los fósiles, el equipo pudo observar este patrón.
El Dr. Yosef Kiat y sus colaboradores analizaron nueve fósiles de Anchiornis. La preservación de las plumas permitió identificar la estructura de las alas y de nuevas plumas en crecimiento. Su estudio muestra un patrón de muda desordenado, lo que indica que estos dinosaurios no podían volar, una interpretación basada en comparaciones con las aves actuales.
Fósiles de Anchiornis de 160 millones de años.
Crédito: Tel Aviv University
Esta observación nos informa sobre el grupo de los Pennaraptora, dinosaurios con plumas antepasados de las aves actuales (ver más abajo). Al igual que los avestruces o los pingüinos contemporáneos, algunos miembros de este linaje pudieron abandonar el vuelo tras cambios en su entorno. Esto muestra cómo las adaptaciones pueden ser reversibles a lo largo del tiempo.
La investigación, publicada en
Communications Biology, demuestra que la evolución de las alas fue más diversa de lo que se pensaba. El simple detalle de la muda de las plumas permite reconstruir comportamientos funcionales en criaturas antiguas, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la fauna prehistórica y sus capacidades.
La muda de las plumas en las aves
La muda es el proceso por el cual las aves reemplazan sus plumas desgastadas. Es esencial para mantener la eficiencia del vuelo o del aislamiento térmico. En las especies voladoras, la muda se produce de manera gradual y simétrica para no comprometer la capacidad de vuelo. En cambio, en las aves incapaces de volar, como el avestruz, la muda puede ser más aleatoria y menos organizada.
Este fenómeno está regulado por factores hormonales y ambientales. La frecuencia y el patrón de muda difieren según las especies y sus necesidades. Por ejemplo, las aves migratorias a menudo sincronizan su muda con sus ciclos de migración para evitar perder plumas importantes durante el vuelo.
El estudio de la muda en los fósiles, como en el caso de Anchiornis, permite a los paleontólogos deducir rasgos funcionales. Comparando con las aves modernas, pueden inferir si un dinosaurio era capaz de volar o no. Este enfoque ofrece una herramienta valiosa para reconstruir la evolución de los comportamientos y las adaptaciones.
Los Pennaraptora, un eslabón clave
Los Pennaraptora son un grupo de dinosaurios con plumas que surgió hace aproximadamente 175 millones de años. Incluyen especies como Anchiornis y se consideran los antepasados directos de las aves actuales. Este linaje es el único entre los dinosaurios que sobrevivió a la extinción masiva del final del Mesozoico, hace 66 millones de años.
Estas criaturas presentaban características transicionales, como plumas complejas y estructuras esqueléticas adaptadas al vuelo. Su estudio permite rastrear cómo los rasgos aviares, como las alas y el pico, se desarrollaron progresivamente. Los fósiles de Pennaraptora, a menudo bien preservados en China, proporcionan indicaciones importantes sobre esta evolución.
La diversidad dentro de los Pennaraptora indica que la evolución no fue uniforme. Algunas especies pudieron desarrollar capacidades de vuelo primitivas, mientras que otras las perdieron en respuesta a presiones ambientales.
Fuente: Communications Biology