Un equipo de investigación muestra cómo la interpretación de cierta información científica sobre la orientación sexual difiere según el género y la religiosidad de los individuos.
La orientación sexual sería el resultado de procesos aún ampliamente debatidos. Sin embargo, desde hace varios años, una parte significativa de la investigación intenta identificar los factores biológicos potenciales. El objetivo: demostrar que nuestras preferencias sexuales son simples variantes de la naturaleza. Para sus partidarios, este enfoque basado en hechos científicos sería eficaz para combatir la estigmatización, especialmente de las personas homosexuales.
Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) muestra que la interpretación de estos datos, por parte de individuos heterosexuales, depende en realidad fuertemente de su marco de referencia. Esto puede llevar a un refuerzo de actitudes tanto negativas como positivas hacia la homosexualidad. Estos resultados se publican en
Archives of Sexual Behavior.
Nuestra orientación sexual sería el resultado de procesos tanto ambientales como biológicos. Pero, hasta la fecha, ninguna teoría científica ha logrado un consenso. Para intentar explicarla, una parte importante de la investigación se ha centrado en la obtención de datos biológicos. Este enfoque postula que esta información -genética, hormonal o fisiológica- es objetiva y, por lo tanto,
a priori, particularmente relevante para explicar nuestras preferencias.
Nuestro estudio muestra hasta qué punto la interpretación de la información, incluso científica, sigue estando fuertemente modulada por nuestros valores y creencias.
"Este ángulo de investigación busca encontrar 'pruebas' científicas para demostrar que la homosexualidad es una variante natural de la biología. Ha moldeado parte de los debates políticos, sociales y morales en defensa de las minorías sexuales. Para quienes lo defienden, contribuiría a fomentar actitudes más positivas hacia la homosexualidad", explica Juan M. Falomir-Pichastor, profesor titular de la Sección de Psicología de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la UNIGE.
Al llevar a cabo uno de los pocos estudios experimentales profundos sobre el tema, el investigador muestra hoy que la interpretación de estas "pruebas", por parte de personas heterosexuales, está en realidad fuertemente modulada por su marco de referencia. Esto puede llevar tanto a una lectura positiva como negativa de la homosexualidad.
Dos factores de interpretación
Para llevar a cabo la investigación, el equipo reclutó a 300 voluntarios. Hombres y mujeres heterosexuales, creyentes (de confesión cristiana) y no creyentes. El género y la religiosidad son dos factores de interpretación reconocidos como importantes. Estas personas fueron expuestas a datos científicos que sugerían que habría diferencias biológicas entre personas heterosexuales y homosexuales.
Después del experimento, el equipo observó que la percepción positiva, preexistente en los individuos no creyentes, se reforzó en los hombres menos creyentes. Se mantuvo estable en las mujeres menos creyentes. La percepción negativa, preexistente en los individuos creyentes, siguió el camino opuesto en los hombres más creyentes (se reforzó). Pero también se mantuvo sin cambios en sus homólogas femeninas.
Diferencia positiva vs diferencia negativa
"La diferencia en el impacto del experimento en los hombres y mujeres que participaron en el estudio se explica por la fuerte necesidad de diferenciación de los hombres heterosexuales", explica Juan M. Falomir-Pichastor. "Estas personas asocian directamente la masculinidad con la heterosexualidad. Por lo tanto, 'aprovechan' cualquier elemento que refuerce esta asociación, manteniéndose alejados de la homosexualidad".
Si bien esta necesidad de diferenciación se identificó de manera general en los hombres, no tuvo el mismo resultado en los creyentes que en los no creyentes de la muestra. Los creyentes interpretaron los datos científicos como "pruebas" de anomalía, y su actitud negativa se reforzó. Los segundos los vieron como "pruebas" de la diversidad de expresiones posibles de la sexualidad humana. Por lo tanto, su actitud positiva hacia la homosexualidad se reforzó.
Los peligros del discurso esencialista
"Nuestro estudio muestra hasta qué punto la interpretación de la información, aunque presentada como científica, sigue estando fuertemente modulada por nuestros valores y creencias. También muestra que al 'esencializar' a una parte de la población, este tipo de discurso podría resultar peligroso. Por lo tanto, es más necesario que nunca evaluar y repensar los argumentos sobre la inclusión de las minorías basados en esta forma de determinismo biológico", concluye el investigador.
Fuente: Universidad de Ginebra