Una cepa del cólera resistente a múltiples antibióticos se ha propagado desde Yemen y ha llegado a Mayotte. Esta evolución podría dejar obsoletos los tratamientos existentes.
Desde 2018, una cepa particularmente resistente del bacilo *Vibrio cholerae*, responsable del cólera, preocupa a los investigadores. Detectada en Yemen, posteriormente provocó una serie de epidemias en varios países. La isla de Mayotte, en el océano Índico, fue recientemente afectada por esta cepa, causando 221 casos y cinco muertes.
Los científicos del Instituto Pasteur, en colaboración con el Centro Hospitalario de Mayotte, identificaron esta cepa resistente a diez antibióticos. Esta resistencia incluye dos de los tres medicamentos más comúnmente utilizados contra el cólera: la azitromicina y la ciprofloxacina.
El cólera es una infección grave que, si no se trata, puede causar la muerte en pocas horas. El tratamiento clásico se basa en la rehidratación para compensar la pérdida de líquidos y electrolitos, mientras que se administran antibióticos para reducir la duración de la enfermedad y limitar la transmisión.
Sin embargo, la cepa resistente identificada en Mayotte es motivo de preocupación. Los investigadores han advertido del riesgo de que también desarrolle resistencia a la tetraciclina, el último antibiótico eficaz contra el cólera. Si esto llegara a suceder, la medicina perdería su último recurso para tratar esta enfermedad.
El profesor François-Xavier Weill, director del Centro Nacional de Referencia de los Vibriones en el Instituto Pasteur, subraya que esta evolución requerirá un refuerzo inmediato de la vigilancia mundial. El objetivo es rastrear la propagación de la cepa y evaluar sus mutaciones en tiempo real.
Desde su aparición en Yemen entre 2018 y 2019, esta cepa se ha desplazado progresivamente a otras regiones, como Líbano en 2022, Kenia en 2023, y más recientemente Mayotte. Este fenómeno destaca la importancia de una vigilancia sanitaria ampliada para prevenir nuevas crisis epidémicas.
Los expertos también hacen un llamado a implementar estrictas medidas de control sobre las condiciones de higiene y el acceso a agua potable en las zonas afectadas por la bacteria. El cólera se transmite principalmente a través del agua o alimentos contaminados.
A la espera de soluciones, los científicos insisten en la importancia de fortalecer la cooperación internacional para monitorear la propagación de esta cepa y proteger a las poblaciones vulnerables, especialmente en las regiones más expuestas.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: New England Journal of Medicine