Cédric - Sábado 29 Marzo 2025

Científicos inventan un cemento que absorbe CO2 🌎

Un equipo de investigadores ha descubierto cómo transformar el dióxido de carbono en materiales de construcción sostenibles. Esta innovación podría reducir la huella de carbono del sector mientras genera hidrógeno limpio.

El hormigón, material más utilizado en el mundo, es responsable de casi el 8% de las emisiones globales de CO₂. Un equipo de la Universidad Northwestern propone una solución inédita: usar electricidad y agua de mar para fabricar sustitutos de arena y grava capaces de capturar carbono de forma permanente.


Los investigadores han creado materiales sólidos a base de CO2 que pueden usarse en el hormigón como reemplazo de la arena y/o grava. También podrían emplearse en la fabricación de cemento, yeso y pintura, acabados esenciales en el entorno construido.


Inspiración de los océanos


El proceso se inspira en la formación de conchas y arrecifes de coral. Al aplicar corriente eléctrica a agua de mar enriquecida con CO₂, los científicos provocan la formación de minerales sólidos como el carbonato de calcio.


Estas reacciones químicas reproducen a velocidad acelerada un proceso natural que tarda milenios en geología. Los investigadores pueden ajustar la textura y densidad de los materiales modificando la intensidad de la corriente o el flujo de CO₂ inyectado.

Según el estudio publicado en Advanced Sustainable Systems, estos minerales sintéticos almacenan hasta la mitad de su peso en CO₂. Su composición, similar a la caliza, los hace ideales para reemplazar la arena en el hormigón.

Aplicaciones a gran escala


En colaboración con Cemex, los científicos demostraron que estos materiales también pueden servir como base para cemento, revoques o pinturas. Su producción genera además hidrógeno, energía limpia aprovechable.

Este enfoque evita la extracción de arena, cuya demanda global amenaza ecosistemas marinos y fluviales. Reactores modulares podrían instalarse cerca de cementeras costeras para integración industrial.

Según cálculos del equipo, una tonelada de este material almacenaría más de 500 kg de CO₂. A diferencia del almacenamiento geológico, este método da una segunda vida al carbono capturado en forma de productos útiles para construcción.

Para profundizar: ¿Cómo funciona la mineralización del CO₂?


Este proceso químico convierte el dióxido de carbono en minerales estables. En agua de mar, los iones de calcio y magnesio reaccionan con el CO₂ disuelto bajo efecto de corriente eléctrica.

La reacción produce principalmente carbonato de calcio, idéntico al de las conchas. A diferencia de soluciones líquidas de captura, estos sólidos no presentan riesgo de fugas.

Esta técnica difiere de la carbonatación tradicional del hormigón, que solo captura 5-10% del CO₂ emitido durante su fabricación. Aquí, el material se convierte en sumidero de carbono antes de su uso.

Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: Northwestern
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