Una revolución en la investigación genética podría estar en marcha gracias a un avance significativo realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania.
Estos científicos han desarrollado una técnica innovadora para fabricar cromosomas artificiales que funcionan dentro de las células humanas, abriendo nuevas perspectivas para las terapias genéticas, especialmente contra ciertos cánceres, y diversas aplicaciones en laboratorio.
Investigadores de la Universidad de Pensilvania han desarrollado un nuevo método que simplifica la construcción de cromosomas artificiales humanos, prometiendo acelerar la investigación del ADN y ampliar las posibilidades de la terapia genética y de la biotecnología.
Este método supera desafíos técnicos antes insuperables, permitiendo una fabricación rápida y precisa de los cromosomas artificiales humanos. Su estudio, publicado en la revista
Science, muestra cómo estas construcciones de ADN permiten crear estos cromosomas de manera eficiente, prometiendo acelerar significativamente la investigación del ADN y facilitar el desarrollo de terapias celulares mejor diseñadas para enfermedades como el cáncer.
Hasta ahora, las técnicas existentes para crear estos cromosomas artificiales estaban limitadas por la tendencia de las construcciones de ADN a ensamblarse en secuencias largas e impredecibles, complicando su uso terapéutico o científico. El nuevo enfoque del equipo de la Universidad de Pensilvania permite superar este problema utilizando construcciones de ADN de mayor tamaño, lo que facilita su mantenimiento en copias simples y predecibles.
Esta innovación no solo ofrece una alternativa fiable a los sistemas actuales de entrega de genes, sino que también abre la puerta a una amplia gama de aplicaciones en ingeniería genética. Por ejemplo, permitiría la expresión de grandes conjuntos de genes, facilitando así la construcción de maquinarias proteicas complejas, y representa una plataforma más segura, productiva y sostenible para la expresión de genes terapéuticos en comparación con los vectores virales tradicionales.
Los investigadores también están considerando el uso de esta tecnología para desarrollar cromosomas artificiales para otros organismos, incluidas las plantas, con el fin de producir cultivos de alto rendimiento resistentes a plagas.
Investigadores del Instituto J. Craig Venter, de la Universidad de Edimburgo y de la Universidad Técnica de Darmstadt también han contribuido a este estudio, el cual ha sido apoyado por los Institutos Nacionales de Salud.
Fuente: Science