Científicos del INRAE han desarrollado una boca artificial para reproducir y comprender mejor la transformación de los alimentos blandos.
El dispositivo se basa en datos anatómicos medidos en la Fujita Health University e incluye una lengua de silicona que puede contraerse mediante aire comprimido, imitando así los movimientos del órgano en los seres humanos. Resultados publicados el 15 de octubre en la revista Scientific Reports.
Con una población mundial en crecimiento y una demografía envejecida, uno de los desafíos para la industria alimentaria es poder ofrecer productos innovadores y adaptados a las necesidades de personas que padecen patologías relacionadas con el envejecimiento, como la sarcopenia o los trastornos en la salivación o la deglución.
Para comprender los mecanismos involucrados en la transformación de los alimentos en la boca y así formular productos que respondan a las necesidades específicas de diferentes poblaciones, existen modelos in vitro. Sin embargo, éstos no siempre reproducen fielmente la anatomía de la boca y los movimientos de la lengua.
Es en este contexto que científicos del INRAE y sus homólogos japoneses de la Fujita Health University han colaborado para diseñar la primera boca artificial que incluye una lengua programable para simular las contracciones y movimientos observados in vivo.
La lengua está construida con una silicona formulada para reproducir la elasticidad, la humectabilidad y la rugosidad de la lengua humana. Cuenta con 3 cavidades que se inflan y desinflan mediante aire comprimido, con el fin de reproducir de manera precisa los movimientos que se han podido medir por ecografía en seres humanos.
Modelización en 3D del dispositivo in vitro: la lengua se mueve gracias a 3 cavidades inflables y desinflables / INRAE - Alejandro Avila-Sierra
Esta tecnología de vanguardia ha sido probada con 3 alimentos blandos comercializados: una crema de postre, una mousse de chocolate y un fondant de chocolate. Los resultados obtenidos en términos de firmeza, propiedades adhesivas y cohesivas, y viscosidad durante los procesos de cizallamiento entre la lengua y el paladar son similares a los datos in vivo recopilados.
Este dispositivo es una nueva herramienta para estudiar la dinámica de la transformación oral de los alimentos, y los científicos ya están trabajando en la inclusión de la masticación en este dispositivo.
Referencia:
Avila-Sierra A., Bugarin-Castillo Y., Glumac M. et al. (2024). A first-of-its-kind 3D biomimetic artificial mouth capable of reproducing the oral processing of soft foods.
Scientific Reports, DOI:
https://www.nature.com/articles/s41598-024-73629-9
Fuente: INRAE