En el este de China, ha surgido una máquina sin precedentes. El proyecto CHIEF promete simular fuerzas físicas extremas para explorar fenómenos naturales imposibles de recrear de otra manera.
La instalación, activada recientemente, está en el centro de una ambiciosa meta científica. Desarrollada por la Universidad de Zhejiang, esta estructura impresiona por su capacidad: puede generar una fuerza gravitacional 1900 veces mayor que la de la Tierra. Un rendimiento que supera con creces el récord anterior, ostentado por Estados Unidos. De hecho, esta instalación puede alcanzar una aceleración de 1900g frente a los 1200g del récord previo.
Diseñada para estudiar fenómenos complejos, la plataforma combina tres centrifugadoras gigantes y 18 unidades incorporadas. Estos dispositivos giran las muestras a una velocidad extrema, empujando materiales pesados hacia el exterior y recreando así condiciones de hipervelocidad gravitacional. El objetivo: analizar el impacto de estas fuerzas en estructuras como presas o formaciones geológicas.
Uno de los mayores intereses de este proyecto reside en la compresión del tiempo científico. Gracias a CHIEF, los procesos naturales que toman décadas, o incluso siglos, pueden ser simulados en cuestión de días. Esto permite entender mejor fenómenos como la erosión de montañas o los movimientos sísmicos.
Más allá de la geología, esta instalación es un recurso clave para la exploración energética. Los investigadores aspiran a perfeccionar la extracción de hidratos de gas natural, unos cristales energéticos presentes bajo los océanos y el permafrost. Estos recursos podrían transformar la producción de energía limpia, aunque su extracción sigue siendo un desafío.
Paralelamente, CHIEF servirá para mejorar la seguridad de infraestructuras críticas. Los científicos podrán probar la resistencia de presas, taludes o túneles bajo condiciones extremas, evitando así potenciales catástrofes. La ingeniería en profundidades marinas y ambientes extremos también figura entre las prioridades.
La precisión técnica es esencial para estas experiencias. Las centrifugadoras deben mantener una estabilidad absoluta mientras generan fuerzas colosales. El sistema de control es capaz de gestionar una impresionante cantidad de datos en tiempo real para garantizar resultados fiables.
El Centrifugal Hypergravity and Interdisciplinary Experiment Facility (CHIEF), situado en Hangzhou, en la provincia de Zhejiang, debería ayudar a los científicos a resolver un extenso abanico de desafíos de ingeniería.
Foto: ifeng
Con un presupuesto que supera los 276 millones de dólares, este proyecto se enmarca dentro de una visión a gran escala de China, que coloca la innovación científica en el corazón de su desarrollo. Incluido en el 13.er plan quinquenal, CHIEF aspira a convertirse en un referente mundial en investigación interdisciplinaria.
¿Qué es la hipervelocidad gravitacional?
La hipervelocidad gravitacional describe un estado en el cual las fuerzas gravitacionales son superiores a las que experimentamos en la Tierra (1 g). Se mide en múltiplos de la gravedad terrestre, como 2g, 10g, o en el caso de CHIEF, hasta 1900g.
Para generar esta hipervelocidad gravitacional, se utilizan centrifugadoras, máquinas que giran a gran velocidad. Su rotación crea una fuerza centrífuga, simulando una gravedad mucho mayor al empujar los objetos hacia el exterior.
Este fenómeno se emplea en varios campos científicos. Ayuda a simular condiciones extremas, como las de las profundidades oceánicas, o a probar la resistencia de materiales y estructuras bajo importantes tensiones.
En los laboratorios, la hipervelocidad gravitacional también permite acelerar procesos naturales. Por ejemplo, fenómenos geológicos que toman siglos pueden ser reproducidos en cuestión de horas, facilitando su comprensión y estudio.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: South China Morning Post