El oro plantea interrogantes sobre su distribución en nuestro planeta. Las estimaciones varían, pero una cosa es cierta: el oro es mucho más abundante en el núcleo terrestre que en la corteza.
Según los datos recopilados por el U.S. Geological Survey y el Consejo Mundial del Oro, entre 206.000 y 238.000 toneladas de oro han sido extraídas por el ser humano hasta la fecha. Estas cifras, aunque impresionantes, representan solo una mínima parte del oro presente en la Tierra. La mayor parte de este metal precioso se encuentra en el núcleo terrestre, inaccesible con las tecnologías actuales.
Las reservas de oro aún explotables se estiman en aproximadamente 70.550 toneladas, principalmente ubicadas en Rusia, Australia y Sudáfrica. Sin embargo, China destaca como el mayor productor de oro en 2024. Estas reservas son solo una fracción de los recursos potenciales, cuya explotación depende de los avances tecnológicos y las condiciones económicas.
La concentración de oro en la corteza terrestre es extremadamente baja, aproximadamente 4 partes por mil millones. Esto significa que, aunque la cantidad total de oro en la corteza se estima en 441 millones de toneladas, su extracción no es económicamente viable en la mayoría de los casos. Las partículas de oro están dispersas en las rocas y los océanos, lo que dificulta su recolección.
El origen del oro terrestre se remonta a la formación del planeta y al intenso bombardeo meteorítico que siguió. La mayor parte del oro se hundió hacia el núcleo debido a su densidad, dejando solo una pequeña cantidad accesible en la corteza.
¿Cómo se forma el oro en el Universo?
Según la teoría establecida, el oro se forma durante las colisiones entre estrellas de neutrones, eventos cósmicos extremadamente violentos y raros. Estas colisiones liberan una energía colosal, permitiendo la fusión de neutrones en elementos pesados como el oro.
Este proceso, conocido como nucleosíntesis por captura rápida de neutrones, es el único capaz de producir elementos tan pesados como el oro. Explica por qué el oro es tan escaso no solo en la Tierra, sino también en el Universo en general.
Una vez formado, el oro se dispersa en el espacio y puede incorporarse posteriormente en nuevos planetas y estrellas. Así es como el oro pudo llegar a la Tierra.
Fuente: U.S. Geological Survey