Un nuevo compuesto podría revolucionar el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.
Investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han desarrollado una molécula capaz de restaurar las funciones cognitivas y la memoria en ratones modelos de la enfermedad. Este avance marca una ruptura con los enfoques tradicionales que se concentran en la eliminación de las placas amiloides del cerebro, a menudo consideradas responsables de los síntomas de la enfermedad.
Desde hace tiempo, los tratamientos contra el Alzheimer buscan reducir la acumulación de placas de proteínas beta-amiloides en el cerebro, según la teoría de la "cascada amiloide". Aunque estos tratamientos ralentizan la progresión de la enfermedad, no logran revertir los trastornos cognitivos ya presentes. Istvan Mody, profesor de neurología y fisiología en la UCLA, destaca que estos tratamientos dejan el cerebro "quizás sin placas", pero con circuitos neuronales aún alterados.
Ante este panorama, Istvan Mody y su equipo han desarrollado un nuevo compuesto, llamado DDL-920, que se dirige a un mecanismo biomolecular diferente. Su enfoque se basa en la estimulación de las oscilaciones gamma, señales eléctricas de alta frecuencia esenciales para la memoria y las funciones cognitivas. Estas oscilaciones son generadas por interneuronas rápidas, las neuronas de parvalbumina, cuyo papel es esencial en la activación de los circuitos neuronales involucrados en los procesos cognitivos. Sin embargo, en pacientes con Alzheimer, estas oscilaciones suelen estar disminuidas, incluso antes de que las placas amiloides empiecen a alterar el cerebro.
Estudios anteriores habían intentado restaurar estas oscilaciones gamma mediante estímulos sonoros o visuales, pero los resultados eran poco concluyentes en términos de mejora cognitiva. Istvan Mody y sus colegas han explorado así una vía farmacológica. Al inhibir los receptores que reducen las oscilaciones gamma, el DDL-920 permitiría a las neuronas funcionar de manera más eficiente, reiniciando así las oscilaciones necesarias para la memoria.
Para probar la eficacia de esta molécula, los investigadores administraron DDL-920 a ratones genéticamente modificados para reproducir los síntomas del Alzheimer. Después de dos semanas de tratamiento, los ratones tratados mostraron un rendimiento cognitivo comparable al de ratones sanos en una prueba de laberinto. Además, no se observó ninguna anomalía comportamental.
Aunque estos resultados son prometedores, se requieren más investigaciones para confirmar la inocuidad y eficacia de este tratamiento en humanos. Si estas investigaciones resultan concluyentes, este compuesto podría abrir el camino a nuevas terapias para otras enfermedades asociadas con una reducción de las oscilaciones gamma, como la depresión y la esquizofrenia.
Autor del artículo: Cédric DEPOND
Fuente: PNAS